Opinión
El Observatorio Venezolano Antibloqueo acaba de presentar el Mapa Político de Sanciones, una base de datos sistematizada donde se muestra la imposición, cantidad y calidad de las medidas coercitivas unilaterales impuestas contra Venezuela y otros países -con un ranking relacionado con los objetivos-, junto a nuestros esfuerzos para denunciar ante la comunidad internacional esa política criminal de los gobernantes de Estados Unidos (EEUU) y sus lacayos.
Es una iniciativa muy oportuna, ayuda a desmontar la canallesca narrativa de las y los responsables de esas siniestras medidas -llamadas sanciones por esos criminales- y más oportuna ahora cuando sus promotores locales andan en plena campaña electoral, muy tranquilitos como si no le ocasionaron nada al país con tales sanciones.
Una iniciativa necesaria porque también permite no desestimar las terribles consecuencias de esas llamadas sanciones sobre nuestra población, y además porque se impone denunciar todo el daño ocasionado por la aplicación, de manera cruel, de los actuales formatos de las guerras imperialistas por parte de EEUU contra Venezuela.
Y, no menos importante, porque también permite desenmascarar a las personas -connacionales- que como colaboracionistas le sirvieron –y aún le sirven- a la agresión extranjera, pues así estos cometieron, flagrantemente, el delito de traición a la Patria por el cual deberían responder ante la justicia.
Es insólito cómo la oposición criolla, al tener como estrategia política la destrucción de todo el país, se plantee el supuesto negado: lograr tan nefastos propósitos y luego gobernar fácilmente encima de los escombros, y adicionalmente pretender entregarle el país a sus amos. Así ha llegado a la mayor abyección, convertirse en una vulgar cipaya de la potencia extranjera agresora.
Las “sanciones” son instrumentos con los que se busca doblegar a los pueblos y forzar el derrocamiento de los gobiernos. Sin duda son actos de guerra.
En nuestro caso, como declaró el viceministro de Políticas Antibloqueo William Castillo, el impacto económico de esas “sanciones” en la producción, con los datos disponibles, se puede demostrar que “solo es comparable con conflictos armados frontales”.
Los gobernantes estadounidenses han pretendido ahogar la economía venezolana para rendir a nuestro pueblo provocándole sufrimientos. Sin embargo, la Patria bolivariana les ha opuesto una resistencia heroica, y ya construye la victoria sostenible en el tiempo.
