Opinión
Irán Aguilera
Muy ciertas han resultado las palabras del presidente Nicolás Maduro en el acto de juramentación del gobernador Luis José Marcano, hace casi año y medio, cuando dijo: “… Quiero que sepan que me resteo con el estado Anzoátegui y vamos a recuperarlo de norte a sur, de este a oeste…”, así se comprometió a trabajar, en conjunto, por el bienestar de este gran pueblo del oriente del país.
La pesadilla había pasado, fueron cuatro años de desgobierno, quizás los peores años que ha conocido la historia política de esta entidad federal, los cuales tuvieron como responsable directo al opositor, adeco, Antonio Barreto Sira.
Ese día el Presidente ratificó su determinación de avanzar junto a gobernadores y alcaldes con el fin de solucionar, paulatinamente, todos los problemas que afronta el pueblo, como lo viene haciendo y, en el caso particular que nos ocupa, no podía ser de otra manera, fue como un homenaje al pueblo anzoatiguense, pues este supo retomar el camino correcto, demostrando ser el pueblo que siempre ha sido, un pueblo con la esperanza cifrada en el proyecto histórico de la Revolución Bolivariana, como bien lo recordó el gobernador Marcano al asumir el cargo que la voluntad popular, expresada con votos, le confió.
En año y medio el gobernador Marcano ha demostrado que se puede hacer mucho con poco, y más aún cuando se tiene buena disposición para el trabajo, con claridad de objetivos, pero, por sobre todo, cuando hay convicción y guía en altos valores, es por eso la pertinencia de la consigna que se ha popularizado: ¡Al trabajo no le gana nadie!
Marcano se mueve en la misma tradición de gobernar con eficacia y eficiencia, intensamente, sin descanso, que dio a conocer el doctor Tarek William Saab, de grata recordación para los anzoatiguenses.
Una muestra de ello son los resultados de su informe de gestión 2022 -su primer año-, Marcano señaló que con los ingresos nacionales y los ingresos propios generados por la Gobernación, haciendo uso de sus competencias legales, logró administrar una suma cercana al equivalente de 18 millones de dólares (cantidad irrisoria en otros tiempos), la cual fue destinada a las prioridades impostergables: el sistema público de salud, sistema educativo, servicios públicos en general y los sectores deportivo y cultural, así como también en el fomento de la actividad turística y agropecuaria, aportando con mucha fuerza en la recuperación económica del país.
¡Anzoátegui de este 2023 no es el de comienzos de 2022!
